martes, 6 de marzo de 2018

La pregunta.

Aquel día el amanecer tuvo más Watts que nunca, con haber despertado en esa habitación sin cortinas ya podías saberlo. Y él lo supo.
Se escuchaban demasiados ruidos, raro para un noveno piso. El viento que entraba por una ventana mal cerrada hacía bailar las sábanas desordenadas. En su cabeza sonaba un raro compilado de canciones que habían escuchado el día anterior. Y cada tanto un "Sí", respuesta a la pregunta más importante e inocente que había hecho en su vida.
Acomodado en el sillón, chocolatada en mano y con un dibujo a medio empezar ella lo sorprendió con un seguro beso de buenos días. Habían dormido juntos por primera vez, al menos fuera de sus mentes. Lo sabían desde hacía mucho, lo supieron ese día y lo van a saber para siempre.