lunes, 23 de octubre de 2017

Manchita.

Escucho golpes. La boca reseca, el calor agobiante y un ruido constante que no sé de dónde viene es todo lo que puedo interpretar. La confusión se apodera de la situación y resuelvo seguir durmiendo. Más golpes. Y otra vez los síntomas, ahora un poco más cercanos e intensos. Otra vez los golpes, cada vez más seguidos. El sol se suma apuntándome a la cara, como un acomodador de cine con su linterna.
¿Dónde estoy? Me duele pensar. Nunca estuve en este lugar aunque hay algo que sí reconozco: ese sonido que se repite.  Estoy en un sillón ajeno con síntomas de resaca. Ni me esfuerzo en pensar cómo llegué acá pero algo me dice que lo sé. Agarro el celular y leo el último mensaje: «Hoy dormís en el living, no hagas mucho ruido que se despierta Manchita y golpea todo con la cola»


martes, 29 de agosto de 2017

miércoles, 14 de junio de 2017

LA460.

Estábamos sentados juntos pero a tres mesas de distancia. Tenía tiempo, mi vuelo era en casi dos horas. Café corto y medialunas saladas. Nos miramos, saludamos con los ojos y ella decidió acercarse. Nos presentamos, como si alguno de los dos fuese a acordarse del nombre quince segundos después, charlamos sobre el desayuno, el aeropuerto y nuestros destinos. Del viaje y la vida.
Caminamos hasta la sala de preembarque relatándonos historias llenas de ademanes, demasiados para la hora que era. Nos contamos cosas y probablemente hayamos exagerado interés.
Ahí, como no podía ser de otra manera, el tiempo voló.
—¿Ese no es tu nombre?
No podía ser que me estén llamando por altoparlante. A mi, el rey de las situaciones controladas, previsor de previsores y maestro de los ansiosos. Efectivamente, el avión ya estaba lleno y esperando mi llegada para partir.
Nunca más volví a saber de ella. Quise saludarla por su nombre pero el apuro no me dejó. Ella sí se acordaba el mío. Y menos mal.


martes, 30 de mayo de 2017

Ser solo.

El ruido del reloj pulsera, un poco de viento que pegaba en la ventana, perros de fondo y hasta el latido de mi corazón. La semana pasada la pasé solo en casa y decir eso podría generar un sinfin de imágenes mentales al mejor estilo comedia adolescente hollywoodense. Bueno, todo lo contrario.
Nunca pensé que me iba a olvidar cómo disfrutar de algo que en algún momento tanto amé, no me hallé en ningún momento, el silencio me molestó mucho, lo divertido no me divirtió tanto y lo aburrido también se potenció.
La idea original era dormir a montones, ver series hasta el hartazgo, desempolvar los joysticks de la PlayStation, comer, tomar y fumar porquerías. Pasaron tardes, noches y madrugadas. Pasaron y no pasó nada. El plan siempre se transformaba en siestas, trabajo y comida rápida para no cocinar. Me aburrí, no sé ser yo solo hoy en día. Estoy viejo, capaz. Y mal acostumbrado también.

jueves, 16 de marzo de 2017

16 de marzo.

No creo. La verdad no creo. Siempre que pasa esto empiezo a inventar motivos muy convincentes para convencerme de que no. ¿Y entonces por qué siento esto? Siempre lo mismo pero ahora es distinto. El sábado viajamos juntos y probablemente volvamos más amigos que nunca. Vamos a volver distintos pero iguales, iguales pero distintos. Le digo. No le digo nada, mirá si no. Le digo pero no sé cuándo. Necesito alguna señal aparte de las dos mil que aparecieron.

—Hola, ¿ya es sábado?

miércoles, 1 de marzo de 2017

viernes, 20 de enero de 2017

Diez.

idea-plan-pasajes-mapas-hoteles-¿dos camas?-¿una?-espera-ansiedad-nervios-vuelo-coraje-nervios-coraje-nervios-día uno-recitales-paseos-café turri-más viaje-departamentos-primera semana-lluvia-coldplay-amor-más viajes-hoteles-departamentos-visitas-familias allá-familias allá-amigos-amor-idea-plan-pasajes-esperar-extrañar-paciencia-amistad-viaje-cumpleaños-charlas interminables-más hoteles-departamentos-amor-fiebre-babasónicos-planes-ideas a futuro-lágrimas-alegría-planes-casa-nuestra casa-cumpleaños-limonero-alegría-sueños-departamentos-amor-navidad-año nuevo-vacaciones-de todo-y seguimos.


lunes, 16 de enero de 2017

Amazing day.

Sat on a roof
Named every star
Shed every bruise and
Showed every scar

Hope has its proof
Your hand in mine, singing
Life has a beautiful, crazy design
And time seemed to say
Forget the world and all its weight
And here I just wanna say

Amazing day
Amazing day

Sat on a roof
Named every star and
Showed me a place
Where you can be who you are

And the view
The whole Milky Way
In your eyes
I'm drifting away
And in your arms
I just wanna sway

Amazing day
Amazing day
Amazing day
Amazing day

Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
And I asked every book
Poetry and chime
Can there be breaks
In the chaos of times?
Oh, thanks God
You must've heard when I prayed
Because now I always
Want to feel this way

Amazing day
Amazing day
Amazing day
Amazing day
It's today

miércoles, 11 de enero de 2017

Carta.

30 de septiembre de 1965

Nunca pensé que iba a terminar así.
El que encuentre esta carta que por favor se la entregue a mi querida Elisa a la dirección que adjunto al sobre. Hace interminables días que agoté todas las reservas, de alimento y mentales. Casi no queda agua en el último de los tanques y empiezo a sentir los primeros síntomas de deshidratación.
No hablo con nadie más que con una pequeña gaviota que viene a anunciarme vaya a saber uno qué. Es blanca y siempre la ilumina el sol. Para entretenerme le cuento historias, algunas verdaderas y otras no tanto. Ya relaté sobre el día que nos conocimos. Con lujo de detalle, como a vos te gusta que lo recuerde. También le conté sobre nuestros viajes por el mundo en este mismo barco en el que probablemente dé mi último suspiro. El casamiento, nacimiento de las tres hermosas hijas que tenemos y los días de tranquilidad en «La posada de Rod» allá en la capital. Hoy le conté sobre la última vez que nos vimos. Todavía siento tu perfume en mi nariz, la caricia de tu pelo en mi cuello y tus manos apretando para que no te deje.
Siempre supe que iba a terminar así. Recordándote hasta el fin.

Desde acá hasta allá, tuyo.
Y para siempre.

S.-

miércoles, 4 de enero de 2017