miércoles, 3 de agosto de 2016

Cartón lleno.

Me encanta el efecto espectacular de una coincidencia. Si bien no confío plenamente en el azar reconozco que a veces hace unas cosas increíbles.
Hace unos días estuve medio azul, kinda blue o bien down, como le gusta decirme a una amiga. No pude conmigo mismo ni con lo que me está pasando. Cosas lindas, siempre. Pero que no estoy acostumbrado. No importa. Pasa. Dando vueltas por ahí, leyendo blogs, notas en diarios y qué sé yo qué más encontré una definición bastante ludópata sobre el amor que me encantó: es el binguito que todos queremos, viene sólo y nos llena para siempre. Y me di cuenta que no es fácil ganarse el bingo. Y menos cuando no sos muy de los que toda la vida apostaron.
Cantamos línea y cartón lleno. Ahora estoy tranquilo, el premio es buenísimo y dura para siempre.

1 comentario: